José Montilla

Por qué José Montilla puede ser o no el futuro
president de la Generalitat
Article del Presidente de la Casa de Andalucía de Sant Boi

Dimarts, 26 de setembre de 2006


Es muy evidente, según se dice, que es catalán quien vive y trabaja en Catalunya.
Desde hace poco se va diciendo también que es catalán quien quiere serlo con convencimiento, al margen de la lengua que hable en la intimidad. Por tanto, cualquier persona que viva en este pequeño país puede llegar a ser president de la Generalitat de Catalunya.
En eso se basa la democracia de la que gozamos y el estado de derecho.

Por lo dicho el Sr. José Montilla (PSC-PSOE) está en su perfecto derecho a presentarse a las próximas elecciones autonómicas del 1 de noviembre como presidente autonómico. No podía ser de otra forma.

Catalunya es una nación sin estado, mal que pese a muchos (de aquí y de allá) y tiene pendientes toda una larga serie de reivindicaciones históricas que, al menos, le permitan respirar un poco en sus formas de cultura, su lengua y su economía.

Por estas razones habría que preguntarse si el Sr. José Montilla es la persona más idónea, eso sí, para liderar el llamado «problema catalán» o la cuestión nacional de Catalunya, asuntos que, como todos sabemos, la enfrenta históricamente con gran parte del resto del Estado español y sus jerifaltes, y no porque esté discapacitado para ello, sino porque el partido madre (PSOE) al que representa aquí le pondría palos en las ruedas a cada paso reivindicativo.
Para pedir, exigir o conseguir cosas relacionadas con la emancipación o consolidación de Catalunya no se puede ser amigo íntimo de la oligarquía española, la misma que la atenaza de continuo.
Esta podría ser la explicación lógica, elemental y simplista del problema, pero hay mucho más de por medio, muy complicado de exponer en pocas líneas, y que intento aclarar en mi último libro «Historias de la inmigración» al que he dedicado varios años y que está en estos momentos en proceso de publicación.

José Montilla ha sido alcalde de la ciudad de Cornellà (Baix Llobregat) durante muchos años, una ciudad que hasta hace poco era la más populosa del Baix Llobregat, sólo superada por 'Hospitalet que algunos consideran de esta comarca, y Sant Boi de Llobregat.
Cornellà se ha modernizado y cohesionado de manera soberbia. Puede decirse que es la envidia de todas las ciudades de esta comarca y un ejemplo a seguir. Por ello hay que reconocer que Montilla es aparentemente un buen gestor.
Tal es así que gran parte del aparato del PSC y sus llamados capitanes lo forman políticos del Baix Llobregat, incluido al actual Primer Secretario del PSC, José Zaragoza.
Ellos configurarán el grueso de la candidatura del área metropolitana de Barcelona sin lugar a dudas.

La pregunta surge sola:
¿Qué grado de catalanización se ha producido en el Baix Llobregat en los últimos 20 años con Montilla?
Creo entender que todos estamos al tanto de ese grado. No sólo no se ha catalanizado mínimamente el Baix Llobregat, muy al contrario se han mantenido y potenciado las fiestas populares, la idiosincrasia y las entidades (mal llamadas peñas) tanto de andaluces como de extremeños, sin hacerle ascos a los centros gallegos o castellano-leoneses.
La mayoría de ellas no dudan en proclamarse abiertamente españolas.

En muchas localidades de la comarca, por el contrario, entidades como Amics de la Sardana o Esbart Dansaires funcionan bajo mínimos y con pírricas subvenciones, y mientras tanto siguen manteniéndose por todo lo alto los rocíos varios, las cruces de mayo o las ferias de abril de diversa índole.
Se da la circunstancia de que la gran parte de estas entidades españolizadas con sabor andaluz o extremeño, no desean ni reciben subvenciones, por ahora, de la Generalitat de Catalunya, dato que a los ayuntamientos les parece normal o ignoran.
Ha de entenderse que tienen suficientes medios económicos con los que les dan los consistorios, la Diputación o la propia comunidad autonómica de donde son originarios, organismos todos que, coincidentemente, pertenecen al mismo partido.

El Baix Llobregat ha sido el laboratorio en el que se han experimentado todo tipo de políticas encaminadas a la no-integración de la gran inmigración catalana producida entre los años 1950 y 1980, unos experimentos subvencionados y potenciados directamente por el ala más neo-lerrouxista del PSOE, con los Bono, Ibarra, Guerra, Chaves, etcétera, al frente.

El actual responsable de estas políticas se llama José María Sala, el mismo que intenta aplicarlas a la nueva inmigración extracomunitaria y que no se pierde ni una sola de las fiestas organizadas por mis paisanos andaluces en el Baix Llobregat .
Desde la sede central del PSC-PSOE se está potenciando actualmente la creación de sectoriales de todos los países (magrebí, latinas, del Este, subsaharianas) con el único fin de dividir al pueblo catalán o aislar de manera sibilina el llamado nacionalismo, del que ahora quiere hacer gala el propio Montilla, bajo una capa que denominan multiculturalidad.
Tan bien ha salido el largo y complicado experimento que ha posibilitado que uno de sus principales artífices se proclame como candidato indiscutible a la Generalitat y con posibilidades de ocupar el sillón de Maragall.

Todo legítimo, nadie lo duda, pero premeditado durante años, bajo mi punto de vista, porque la mínima condición exigible para ocupar ese puesto clave es el deseo de lucha por la consecución de los derechos legítimos de Catalunya y no al revés.
También puede ser que los Capitanes del Baix Llobregat hayan cambiado de políticas y opinión súbitamente...

José Montilla debería de tener en cuenta la reflexión que aquí se hace, así como otras que ya se han publicado en muchos diarios al respecto.
Igual que no se puede participar en dos banquetes a la vez, tampoco se puede estar en misa y tocando las campanas, o lo que es lo mismo; ser el máximo responsable del PSC y tener que aplicar a su vez las políticas del PSOE en Catalunya.

Conste que nada tengo contra la persona (a la que conozco hace muchos años), ni tiene tampoco la asociación Catalònia Acord.
Muy al contrario, ha entrado en nuestros postulados desde siempre que un político de su perfil pueda accede a tan significado cargo.
Si me he decidido, finalmente a escribir este artículo, ha sido precisamente como consecuencia de la aparición de una nueva plataforma (otra más) encabezada por mi paisano José Luis López Bulla (Santa Fe, Granada) al que tengo en el más estricto de los respetos que se puedan tener, por su dilatada trayectoria como persona y como sindicalista.
Dicha plataforma ha surgido en apoyo incondicional del candidato del que tratamos.
No me hubiese extrañado el caso sino hubiese sido por algunas de las manifestaciones del interfecto; «quiero manifestar mi voluntad de llevar a la Presidencia de la Generalitat a un candidato que aparte a Catalunya de los rumbos del nacionalismo».
Eso viniendo de una significadísima persona que lleva desde al año 1965 en Catalunya suena a Gloriosos Tercios, y no cuadra demasiado con la idea que nos quiere ofrecer Montilla, aún no siendo culpable de lo que dicen otros.
Recuerdo que la última vez que pude saludar personalmente a López Bulla fue en el Ayuntamiento de Parets del Vallès, donde se celebró, en el mes de abril de 2002, el Tercer Congrés d'Alcaldes Promotors de «Un País, Una Bandera».
En el transcurso del acto, moderado por Josep Cuní, intervinieron políticos tales como Antoni Castells, actual conseller de economía y finanzas, Josep Huguet o el también conseller de economía y finanzas, Francesc Homs.

No recuerdo que en el debate que se entabló en torno a la financiación, José Luis López Bulla se manifestase en esos duros términos en torno a Catalunya con los que, evidentemente, no me identifico en absoluto.


Pedro Morón de la Fuente
Presidente de la Casa de Andalucía de Sant Boi
President de l'Associació Catalònia Acord

FONT:http://www.e-noticies.com/opinions/por-qu%e9-jos%e9-montilla-puede-ser-o-no-el-futuro-president-de-la-generalitat-8334.html